La Sección de Física de la Universidad de La Laguna ha acogido hoy, lunes 6 de marzo, dos actos consecutivos que han culminado con el descubrimiento de sendas placas que, a partir de ahora, dan nombre a espacios del centro: así, el Aula Magna estará dedicada a la memoria de Blas Cabrera Felipe (1878-1945), el “padre de la física española”, mientras que una de las clases del edificio pasará a ser conocida partir de ahora como Aula Teodoro Roca Cortés, catedrático de Astrofísica recientemente jubilado que acudió al acto y fue arropado por sus compañeros de centro y algunos invitados externos
El primer acto, centrado en Blas Cabrera, estuvo presidido por la rectora, Rosa Aguilar Chinea, y contó con la presencia de la decana de la Facultad de Ciencias, María del Mar Afonso; y los profesores del centro Alfonso Muñoz González y Jorge Méndez Ramos, quienes a lo largo de su carrera han realizado numerosas reivindicaciones de la figura de Cabrera.
Alfonso Muñoz en el atril y, en la mesa, Jorge Méndez, Rosa Aguilar y Mº del Mar Afonso.
De hecho, Muñoz relata que ya en 2005, con motivo de la celebración del Año Mundial de la Física, hubo un intento fallido de denominar esa aula magna con el nombre de físico lanzaroteño, que finalmente ha quedado saldado hoy. Previamente, glosó algunos hitos de la carrera de Cabrera que atestiguan la importancia internacional que ya tuvo en su época el físico canario, como el hecho de que, desde 1923, el representante español en la entonces recién fundada Unión Internacional de Física Pura y Aplicada (IUPAP) fuera él, o que ese mismo año el español fuera anfitrión de Albert Einstein durante su visita a España, incluida la recepción con el rey Alfonso XIII.
Por su parte, Méndez reflexionó que Cabrera no sólo debería considerarse el padre de física española -mérito que merece por, entre otros hitos, haber logrado la financiación extranjera para fundar el Instituto Nacional de Física y Química que actualmente es un centro adscrito al CSIC-, sino también uno de los padres de la física cuántica: así, Van Vleck, premio Nobel de Física en 1977, reconocía en su discurso de aceptación que su trabajo había sido posible gracias a los datos experimentales publicados en su día por Cabrera, “que hizo el experimento correcto en el momento correcto”.
Descubrimiento de la placa del Aula Magna Blas Cabrera.
Ambos investigadores recordaron con especial emoción la repatriación de los restos de Cabrera desde México, donde murió exiliado, hasta La Laguna, en donde yacen ahora desde octubre de 2022, gracias a las gestiones de su familia y, en especial, su nieto Luis Cabrera y su biznieta, Marta Cabrera, ambos presentes en el acto de hoy en la universidad. Méndez también aprovechó la ocasión para anunciar que el próximo 23 de marzo será inaugurada en el exterior de la sección una escultura en honor al físico, que contará con la presencia de la presidenta del CSIC.
Teodoro Roca
En la segunda ceremonia celebrada en el día de hoy, de director del Departamento de Astrofísica, Basilio Ruiz Cobo, reflexionó que en el mundo anglosajón es costumbre bautizar los espacios con el nombre de quienes han hecho donaciones monetarias, pero que en España prefieren hacerlo para honrar y reconocer la labor de personas por las que se siente orgullo, como es el caso de Teodoro Roca. Del agasajado destacó no solo su labor científica y docente, sino su total implicación en la vida universitaria, pues pasó por diversos cargos de gestión a lo largo de su más de cuarenta años de carrera.
Teodoro Roca, en le centro, junto a la vicedecana de Física Silvana Radescu y, a la izquierda, la rectora y la decana de Ciencias.
También participó en el acto Pere Lluis Pallé, investigador del Instituto de Astrofísico de Canarias, compañero de estudios y amigo de Roca. Recordó cómo ambos pertenecieron a esa primera generación de personas que, venidas de toda España, llegaron a Tenerife ante la posibilidad entonces única en el país de especializarse en Astrofísica. Recordó sus primeros pasos en el centro de cálculo de las primeras y precarias dependencias, y cómo Roca se preocupó después, cuando la nueva facultad ya era una realidad, por que el alumnado pudiera contar con una infraestructura informática similar.
La vicedecana de la Sección de Física, Silvana Radescu, fue la encargada de descubrir, junto al propio Roca, la placa en el aula ubicada en planta panta baja del edificio. El catedrático jubilado fue recibido por un pasillo de aplausos y agradeció emocionado el homenaje brindado por sus compañeros y compañeras.
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p class=»text-right»>Source: ull.es