La OTAN, que debió disolverse cuando lo hizo el Pacto de Varsovia, no es sino la estructura logística funcional a los intereses estratégicos del complejo militar-industrial del capitalismo occidental y no ha dejado de expandirse amenazadoramente hacia el este, hasta las mismas puertas de Rusia, otro estado capitalista pero susceptible de generar contradicciones interimperialistas. La propia España mantiene 300 militares en Letonia, en sintonía con una lógica expansiva del intervencionismo armado, de militarización de la retórica humanitaria y de crecimiento del gasto militar en los presupuestos públicos que no responde a ninguna amenaza a la seguridad, pero que sí menoscaba los recursos para otras prioridades colectivas y democráticas como los servicios de salud, educativos, de lucha contra el cambio climático y de bienestar social. La creciente proximidad de la OTAN a territorio ruso en la misma perspectiva belicista de la Guerra Fría no conlleva ningún efecto disuasorio, no ayuda a la política democrática, al diálogo ni a la diplomacia y sólo mantiene vivo el crecimiento exponencial de la industria militar y la carrera armamentística. Precisamente gracias a la densa y extendida red de bases militares de EE.UU. por el mundo fueron posible las más de 300 intervenciones armadas estadounidenses en el último siglo.
Por tanto, el problema no se circunscribe a la referida amenaza de guerra del momento sino a las guerras en general ante las que proclamamos la necesidad de la más amplia movilización exigiendo soluciones pacíficas a los problemas internacionales.
Como primera iniciativa pública, la plataforma “Canarias por la Paz y contra la OTAN” convoca a realizar una CONCENTRACIÓN el sábado día 19 de febrero, a las 12 del mediodía en la Plaza del «carnicero» Weyler de Santa Cruz de Tenerife.
