La consejera Alicia Vanoostende ha indicado que “con estas inspecciones se vela por el derecho de los consumidores a conocer la trazabilidad de lo que compran y por las buenas prácticas comerciales”
Inspectores del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), organismo autónomo adscrito a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca regional, han realizado diversas inspecciones en Canarias al objeto de verificar el cumplimiento de las disposiciones vigentes sobre frutas y hortalizas frescas en plataformas de venta, iniciando los correspondientes procedimientos sancionadores, para detectar las posibles infracciones y determinar la responsabilidad y la aplicación, en su caso, de las sanciones que procedan.
Hasta el momento se han realizado controles de documentación, calidad y etiquetado en aguacates, y en los cuales algunos de los operadores de las plataformas no han podido justificar toda la documentación requerida al efecto. Así, en el primer establecimiento inspeccionado en Tenerife, se llevó a cabo un control de trazabilidad de 242 kilos de aguacates de la variedad Fuerte, en los cuales se decidió intervenir de forma cautelar.
En el segundo establecimiento inspeccionado en esta misma isla se procedió a la inmovilización de 198 kilos de aguacates, dado que el propietario sujeto a la inspección tampoco pudo demostrar documentalmente la trazabilidad de esa cantidad de fruta.
La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca y presidenta del ICCA, Alicia Vanoostende, ha indicado que “con estas inspecciones se vela por el derecho de los consumidores a conocer la trazabilidad de lo que compran y por las buenas prácticas comerciales”.
Por su parte, el director del ICCA, Basilio Pérez, señaló la importancia de “conferir una mayor protección al productor agrícola frente al robo de sus productos”. “Hay que vigilar que se coloquen en el mercado las variedades de aguacates en su campaña correspondiente, como por ejemplo la variedad Fuerte a finales de septiembre o Hass a finales de octubre y principios de noviembre”, explicó Pérez.
Desde el ICCA se recuerda que la mala praxis en la comercialización de las variedades de los aguacates se refleja negativamente en el consumidor, pues hay que recolectarlo en el momento óptimo de cosecha, garantizando el contenido mínimo de aceite y en materia seca.
El ICCA, al igual que la Asociación de Organizaciones de Productores de Aguacates de Canarias (Asguacan), insiste en que las empresas comercializadoras tienen que trabajar por el bien de este producto en todas sus facetas, llevando un control de los indicadores para asegurar la calidad al consumidor final.
Source: gobiernodecanarias.org