Tres científicos del grupo de Biodiversidad y Conservación (BIOCON) del Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) han participado en un estudio publicado en la prestigiosa revista Science of the Total Environment, que analiza los cambios en la distribución de las praderas marinas en las Islas Canarias, los conocidos sebadales, entre 2000 y 2018, y su implicación a nivel del secuestro de carbono, una herramienta de gestión ambiental innovadora y amparada por políticas europeas.
El estudio, titulado «Mapeo y estimación de los cambios en las praderas marinas y su carbono azul asociado bajo escenarios pasados, presentes y futuros», y firmado por los investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, Miriam Montero-Hidalgo y Fernando Santos Martín, así como por el profesor Fernando Tuya, el catedrático Ricardo Haroun, y el doctor Fran Otero, los tres últimos del grupo BIOCON de la ULPGC, muestra cómo los sebadales del Archipiélago canario han sufrido una regresión del 50% en su extensión y distribución en tan solo dos décadas, lo que conlleva una reducción en la capacidad para «secuestrar» carbono en sus tejidos.
“Se están perdiendo casi 2 kilómetros al año de sebadales”, aseguran los investigadores del grupo BIOCON, que indican que esto provoca un grave perjuicio a la biodiversidad del Archipiélago.
La seba es una hierba (fanerógama marina) de hasta de 60 cm de altura, rizomatosa, y enraizada en los fondos marinos. La absorción de carbono es una herramienta de gestión de los recursos naturales que promueve la valorización de hábitats con capacidad para almacenarlo. El secuestro de carbono en los sebadales se refiere al proceso de capturar y almacenar dióxido de carbono de la atmósfera en este reservorio natural de nuestro océano, al igual que ocurriría en los bosques en la tierra. Este proceso ayuda a reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera y así mitigar el cambio climático.
El estudio dirigido por el Departamento de Tecnología Química y Medioambiental de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, en colaboración con la ULPGC, se integra en el proyecto ‘Move on’ que finaliza este abril de 2023, y ha modelado cuatro posibles escenarios en la trayectoria de los sebadales isleños hasta el año 2050 para estimar cómo afectarán a su capacidad para almacenar, o ‘secuestrar’ carbono. Todos los escenarios se han traducido en cantidades de carbono secuestradas o emitidas, con sus respectivos valores matemáticos.
A través de estos cálculos, el estudio lanza la advertencia de que la degradación total de las praderas supondría la emisión de carbono por valor de 126 millones de euros, mientras que una gestión adecuada de los impactos sobre dichas praderas se traduciría en un ahorro de casi 74 millones de euros. El estudio destaca también la importancia de la necesidad de llevar a cabo una gestión sostenible de los recursos naturales y marinos, así como de potenciar la economía azul en las Islas.
El stock de carbono en las Islas Canarias corresponde al 1,5% a nivel nacional y al 0,015% a nivel mundial, en la media de lo esperado por la extensión de nuestras praderas.
Science of the Total Environment es una de las revistas líderes en el campo de las ciencias ambientales, con un índice de impacto de 10.75.
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p class=»text-right»>Source: ulpgc.es