El blanco, para empezar,
sin ser vacío ni silencio,
sí es la pureza esencial
del noble sentimiento
que libera de todo mal.
Fue el claro azul del cielo abierto
quien mostró chispas de esperanza
con un aro, de verdes estrellas
de cinco puntas, estampadas
allí, sobre todo pensamiento.
El dorado la hizo más bella
cuando nadie lo esperaba,
como arena y alisios vientos
o esa flor de la julaga
que son muestra de la riqueza
enraizada en Canarias.
La tricolor estrellada
hondea aún sin viento,
como si fuese liberada
desde un primer momento.
¡Hazte digno de abanderarla!,
así en casa o lo más lejos,
en playas, medianías o cumbres,
sea o no veintidós de octubre.
Pero a ver, ¿a ti que te cuento, compañero?:
que sabes bien que si hoy un lazo negro
por tu memoria justifica su presencia
mañana se alzará para brillar de nuevo,
en cada lucha, con esa libre apariencia,
también en tu honor, Álvaro, nuestra bandera.
Ekade (18 de octubre de 2022)
Igual que tú, Pedro, y una interminable lista de personas que tuvimos la fortuna de conocerle de cerca, Tanmmir Alvaro.