Jóvenes arquitectos titulados por la ULPGC exponen una instalación en Berlín

La instalación ‘The Garden of Attractor Sounds’, realizada por los jóvenes arquitectos titulados por la ULPGC Pablo Castillo, Ernesto Ibáñez y Héctor Suárez, ha estado expuesta en el Festival Internacional Driving The Human, en la galería Radialsystem de Berlín, que tuvo lugar entre los días 15 y 17 de octubre de 2021.

‘The Garden of Attractor Sounds’ es una instalación inmersiva e interactiva que reflexiona sobre la relación entre ciudad, celebración y colectividad, y está compuesta por un sistema de siete altavoces o dispositivos atractores.

La instalación es fruto de una colaboración transversal entre arquitectos y artistas canarios, ya que contó con la contribución de los artistas Rancel, Chef P, Javier Carballo, Highkili, Irtap, Inrra, Luishock, Arnic, Pdrs A, Blein, Soliad, Mikoon y Rob Mdna; todos ellos originarios del archipiélago, que se encargaron de elaborar una sesión musical específica de más de 9 de horas de duración. 

Además, contaron con la colaboración de Idir Expósito Gómez, para la programación y ensamblado de componentes electrónicos, y de la fotógrafa canaria María Ibáñez.

El festival  Internacional Driving The Human, organizado por Forecast, tiene entre sus colaboradores a Acatech, la Karlsruhe University of Arts and Design y el Bundesministerium für Umwelt, Naturschutz und nukleare Sicherheit alemán.

El colectivo fue invitado por Forecast para participar en el Driving The Human Festival como fellows de la Future Architecture Plattform, la cual seleccionó el proyecto original de à la sauvette ‘Dance is Politics’ entre 457 propuestas de 63 países para participar en el 2021 Creative Exchange y en el European Architecture Programme 2021.

Con este proyecto, el equipo de arquitectos canarios quiere testear no sólo las interacciones de los usuarios con los dispositivos, sino también las interacciones entre las diferentes personas asistentes a la sala, catalizando la creación de comunidades instantáneas y asociaciones personales no cerradas. 

Se pone el acento en la colectividad de la instalación, ya que al igual que pasa en el espacio público o en las celebraciones colectivas, uno no controla su propia experiencia completamente, ya que depende de las personas presentes a su alrededor. 
Cada uno de los altavoces suena de manera independiente, y aumenta su volumen cuanto más próximo esté el usuario a él. Al alejarse, el altavoz vuelve a disminuir su volumen, creando así un espacio sonoro interactivo.
 

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p class=»text-right»>Source: ulpgc.es

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