El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, Javier Parrilla, ha visitado este mediodía las instalaciones de la empresa Canarias Tuna Export, que ya dispone de la autorización para utilizar este distintivo de calidad y garantía promovido por la corporación insular
La marca colectiva Pesca Artesanal tiene como objetivo relanzar la línea de trabajo de este sello de calidad que busca diferenciar los productos pesqueros profesionales locales y sostenibles de los foráneos y de la pesca furtiva e ilegal
Treinta y cinco entidades, entre empresas comercializadoras del sector pesquero, las 10 cofradías de pescadores existentes en la isla, pescaderías y restaurantes locales, cuentan ya con la acreditación de la marca colectiva Pesca Artesanal, y otras 15 están en proceso de adherirse a este sello de calidad y garantía que promueve el Área de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, que dirige el consejero Javier Parrilla. La marca colectiva Pesca Artesanal tiene como objetivo relanzar la línea de trabajo de este sello de calidad que busca diferenciar los productos pesqueros profesionales locales de los foráneos y de la pesca furtiva e ilegal.
Javier Parrilla ha visitado este mediodía las instalaciones de la empresa Canarias Tuna Expor IAE, ubicada en la dársena pesquera de Santa Cruz de Tenerife, que ha recibido recientemente la autorización por parte de la corporación insular para usar la marca colectiva Pesca Artesanal y que ya ha comenzado el etiquetado de los primeros ejemplares de túnidos, con la intención de poder diferenciar sus productos como artesanales, lo que significa que han sido capturados con artes de pesca selectivas, uno a uno y respetando el medio ambiente.
El consejero, que estuvo acompañado por el presidente y el gerente de la empresa, Pedro González y Ricardo Rodríguez, respectivamente, remarcó que el objetivo para este año de la marca colectiva Pesca Artesanal es «incidir en la comercialización a gran escala en los puntos de venta donde se comercialice pescado de origen de Canarias, incorporar a las empresas comercializadoras que aún no estén adheridas y el máximo número posible de restaurantes que ofrezcan productos pesqueros locales».
Parrilla subrayó que la marca Pesca Artesanal «apuesta por la calidad y la sostenibilidad y viene a respaldar el trabajo del sector pesquero tinerfeño y de los más de 500 profesionales que trabajan en él». Por su parte, Ricardo Rodríguez agradeció esta iniciativa del Cabildo e invitó a otras instituciones públicas a poner en marcha este tipo de certificaciones.
Para adherirse a la marca Pesca Artesanal, las entidades tienen que cumplir, al menos, alguno de estos requisitos: que el volumen de consumo o venta del pescado alcance como mínimo 4.000 kilos al año; que el 60% de los kilos de pescado totales consumidos o vendidos en un año procedan de la pesca local; colaborar activamente en las tareas de vigilancia y control, facilitando el suministro de datos y toma de muestras al órgano de control de la marca; responder de los posibles defectos y problemas de los productos que pongan en circulación, así como de las posibles consecuencias que estos podrían producir a terceros; colaborar la notoriedad y difusión de la marca colectiva, velando por el buen nombre y reputación de la misma, no pudiendo realizar acciones que puedan perjudicarla; y en general, observar las condiciones y requisitos que se recogen en el reglamento de uso de la marca Pesca Artesanal para los productos autorizados, además de notificar cualquier cambio en las características productivas y de los productos en relación con las recogidas en la solicitud por la que se autorizó su uso.
La marca Pesca Artesanal, que surgió como respuesta a una demanda del sector pesquero profesional de la isla, avala el origen de los productos pesqueros que se consumen en Tenerife capturados por profesionales del mar en Canarias, que pescan de forma artesanal y desembarcan sus productos en puertos isleños autorizados. Ofrece garantías sanitarias, dado que los productos pesqueros que han pasado la llamada Primera Venta están sometidos a una serie de controles sanitarios que garantizan que su consumo es seguro, además de garantías sobre cumplimiento de la normativa pesquera, puesto que no se pueden poner a la venta especies que no estén autorizadas, por debajo de su talla mínima de primera madurez o especies en peligro de extinción. Tampoco se pueden utilizar artes ilegales y dañinas con el medio ambiente.
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p class=»text-right»>Source: tenerife.es