El Movimiento de Presos Palestinos ha iniciado una huelga de hambre masiva que comenzará hoy para denunciar las condiciones de la cárceles israelíes, en las que se han re-introducido medidas de castigo colectivo, según noticias que llegan desde Palestina.
Según el grupo de apoyo a las y los Presos Políticos de Palestina Adameer, la huelga de hambre se produce después de «una serie de actos de desobediencia civil» que los presos palestinos en cárceles israelíes han llevado a cabo de manera creciente en las dos últimas semanas. Según la propia organización, la re-instauración de medidas de castigo colectivo por el Servicio de Prisiones Israelí se ha producido tras la fuga de la cárcel de Gilboa en setiembre de 2021.
La Coordinadora de los pueblos de la Federación Sindical Mundial, muestra su solidaridad con el colectivo de presas y presos políticos palestinos, y exige a Israel que ponga fin al continuo hostigamiento en las cárceles.
Actualmente hay 4450 presas y presos políticos palestinos, de los cuales 175 son niños y niñas; una cifras que asustan, y que hablan por si solas sobre las consecuencias de la colonización de Palestina a manos de Israel.
Desde la creación del Estado de Israel en 1948, cientos de miles de palestinos y palestinas han sido expulsados de sus casas y sus tierras, poniendo en marcha la maquinaria de la ocupación, colonización y sistema de apartheid contra la población palestina. A día de hoy alrededor de 750.000 palestinos y palestina continúan sin poder volver a sus casas. El apartheid, la colonización y la vulneración de los derechos humanos, laborales, políticos y sociales es una constante para las y los palestinos.
Por todo ello, desde la Coordinadora de los Pueblos de la Federación Sindical Mundial nos reafirmamos en nuestra solidaridad con la causa Palestina y exigimos a Israel que respete los derechos humanos de las y los presos políticos palestinos. Al mismo tiempo, demandamos a la comunidad internacional que deje de mirar para otro lado antes las constantes violaciones de derechos humanos por parte del estado sionista de Israel, y que busque mecanismos para acabar con la colonización de Palestina y para el retorno a casa de las personas refugiadas y presas.