Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), en colaboración con la Universidad de Salamanca, investiga el riesgo de desarrollar alergias de los propietarios de perros con la enfermedad del corazón (dirofilaria immitis).
El artículo, que se titula ‘Dirofilaria immitis could be a risk factor for the development of allergic diseases in humans’, ha sido publicado en la revista científica especializada ‘Animals’ y está suscrito por los investigadores del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias (IUIBS) de la ULPGC José Alberto Montoya, Jorge Isidoro Matos, Yaiza Falcón, Noelia Costa y Elena Carretón, junto al investigador de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Salamanca, Rodrigo Morchón.
El estudio, que ha sido liderado por el Catedrático de Medicina Animal de la ULPGC José Alberto Montoya, estudia las posibles consecuencias en los propietarios de perros con esta enfermedad parasitaria transmitida por mosquitos, como el desarrollo de alergias en los humanos.
En este sentido, los autores recuerdan que las islas son hiperendémicas para el gusano del corazón canino y el riesgo de infección zoonósica es por tanto alto. Con una prevalencia superior al 15% en la mayoría de las islas, varios estudios han demostrado que los habitantes de las islas están en riesgo de infección, mostrando un 6,4% de la población anticuerpos frente a D. immitis, y alcanzando un 9% -12,7% en las islas con mayor prevalencia canina.
Además, apuntan que existe evidencia de desarrollo de alergias debido a infecciones por nematodos en animales y humanos. La población de las Islas Canarias presenta una alta prevalencia de comorbilidades alérgicas, y estudios previos han demostrado una posible relación entre alergias y seropositividad a dirofilariosis.
Para llevar a cabo el experimento, los investigadores realizaron un estudio epidemiológico en 248 propietarios de perros con o sin infección por dirofilariosis en las Islas Canarias. En la encuesta se mostró que el 51,3% de los dueños alérgicos tenían un perro positivo a Dirofilaria y se encontraron diferencias significativas en distintos marcadores entre propietarios alérgicos o no alérgicos, según el perro fuera negativo o positivo a dirofilariosis.
Además, se analizaron 66 muestras de suero de habitantes de las Islas Canarias para detectar la presencia de marcadores de alergia inespecíficos (Inmunoglobulina E o IgE) y específicos para dirofilariosis (IgE contra Dirofilaria immitis y Wolbachia) y los resultados mostraron que las personas que estuvieron en contacto con Dirofilaria immitis y Wolbachia mostraron IgE total e IgE específica frente al gusano del corazón con mayor frecuencia.
El análisis estadístico de los datos mostró que los propietarios alérgicos tenían perros positivos para dirofilariosis con mayor frecuencia. De las muestras humanas analizadas, el 43,9% fueron seropositivas a dirofilariosis y la bacteria Wolbachia, relacionada con la infección de este parásito.
Asimismo, las concentraciones de IgE total aumentaron en un 34,5% de muestras seropositivas y en un 8,1% de muestras seronegativas. La IgE específica contra la dirofilariosis solo se encontró en muestras humanas seropositivas (17,2%).
Aunque el número de propietarios alérgicos y no alérgicos fue similar entre los propietarios de perros infectados por dirofilariasis, el estudio epidemiológico mostró una mayor prevalencia de propietarios alérgicos que viven con perros infectados.
Por ello, los autores señalan que, aunque hay que abordar los resultados “con cautela”, el contacto con el gusano del corazón podría ser un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades alérgicas, aunque admiten que se deben realizar más estudios para dilucidar la relación entre el gusano del corazón y las alergias, que tienen causas multifactoriales.
Artículo publicado en Animal’s Health
Source: ulpgc.es